Cabañas en los árboles

Este puente he pasado una estancia maravillosa en Cabanas Sen Barreiras, un conjunto de cabañas en los árboles situadas en la Sierra de Outes, Galicia.

Este plan os lo recomiendo a todos, ya que te aleja de la rutina diaria y consigues despejarte totalmente, descansar y disfrutar.

La arquitectura y decoración de las cabañas es excelente. Disponen de una amplia terraza con una mesa y un jacuzzi donde puedes disfrutar un baño relajante al aire libre acompañado de un buen vino de la zona. El baño es grande, con una gran ducha y mucha luz. El cuarto es amplio, con una cocina escondida detrás del armario y una chimenea que puedes encender (por 9 € tienes pastillas y madera suficiente para encenderla un par de veces). Frente a la chimenea hay un sofá con una mesita. La cama está situada frente a un gran ventanal. Toda la habitación está inundada de luz ya que una pared entera es un ventanal que da a la terraza.

Decidimos salir por la mañana para Galicia. Paramos a comer en Asador’s Jose. La decoración, tanto del interior, como del exterior es única. Pedimos de comer unos huevos rotos y un cachopo. Todo estaba buenísimo y el trato fue excelente. La comida, cervezas y cafés nos salió por 40 €.

Llegamos a las cabañas por la tarde, la chica que nos atendió fue encantadora. Atenta a todo detalle. Nos compramos dos botellas de vino, una de vino blanco, Godello, y otra de vino tinto de la zona (en la recepción tienes para comprar vino, licores y pedir la cena).

Esa noche salimos a cenar a Restaurante Areal, nos lo recomendó la chica de recepción. Estaba a 2 km de la cabaña, así que era perfecto. La especialidad del restaurante es la carne. Nos pedimos chuletón de ternera y jamon ibérico.

Al día siguiente tuvimos mucha suerte con el tiempo, nos hizo muy buen día! Desayunamos en la habitación. Puedes pedir el desayuno y te lo traen a la cabaña o hacerte tu algo en la cocina!

Cogimos el coche y nos dirigimos a la playa de Caldebarcos. El GPS nos guió por el interior y paramos en el mirador de Louredo. Luego, continuamos hasta la playa, dimos un paseo y fuimos a comer a Restaurante Galego Enxebre de Louro. Tienen una terraza fuera donde puedes comer frente al mar. Si, aquí también pedimos chuletón.

Tomamos el café en A Ribeira de Maio y nos fuimos a descansar a la habitación. Para cenar nos recomendó la chica de recepción ir a Rios o Freixo. Cenamos pescado buenísimo. Yo pedí lenguado y J una recomendación, todo genial y el camarero super amable.

Al día siguiente fuimos hacia el otro lado de la ría con destino a las Dunas de Corrubedo. Esta vez no tuvimos buena suerte con el tiempo, estaba lloviendo. Merece la pena ir a ver las dunas, son muy bonitas.

Para comer fuimos A Recoveira en Ribeira. Pedimos carne, que estaba muy buena, dos tostas, bastante grandes y unos huevos rotos. Con vino, café y dos postres nos costó 47€.

El último día aprovechamos la habitación hasta las 12:00 h. Decidimos comer en Santiago en Bar la Tita, famoso por su tortilla de patatas. Vimos la catedral, dimos un paseo, comimos y nos fuimos de vuelta a casa.

Si queréis tener un fin de semana maravilloso para recordar, os lo recomiendo 100%.